La repetición visual es una de las estrategias más efectivas en el trade marketing. Un mensaje que se ve una sola vez puede pasar desapercibido, pero si se refuerza estratégicamente a lo largo del recorrido del comprador, su impacto se multiplica. Sin embargo, hay una delgada línea entre reforzar un mensaje y abrumar al consumidor. En este artículo, exploramos cómo aprovechar la repetición visual de manera efectiva en el punto de venta.
Los clientes están expuestos a cientos de estímulos visuales en un supermercado o tienda. Desde el packaging hasta los expositores y promociones, cada marca compite por captar su atención en cuestión de segundos. La repetición visual ayuda a:
El reto está en encontrar el equilibrio: repetir el mensaje lo suficiente para que sea efectivo, pero sin saturar ni molestar al consumidor.
No basta con poner un expositor llamativo en un solo lugar. La clave está en distribuir el mensaje en varios formatos para reforzarlo sin parecer repetitivo. Algunas combinaciones efectivas incluyen:
Cuando un consumidor ve tu marca en diferentes puntos del recorrido de compra, se refuerza el mensaje sin necesidad de repetir exactamente la misma imagen o texto.
El lugar donde se coloca la publicidad en el punto de venta es tan importante como el diseño del material. Algunas estrategias clave incluyen:
Si bien es importante repetir el mensaje, el diseño debe mantener un equilibrio entre la uniformidad y la variación. Algunas formas de lograrlo incluyen:
Por ejemplo, un floorstand puede destacar el beneficio del producto, mientras que un stopper en el lineal puede enfatizar una promoción o prueba gratuita.
Si además de la repetición visual, puedes involucrar al consumidor con una experiencia, el impacto será aún mayor. Algunas estrategias incluyen:
Este tipo de acciones generan una conexión más profunda con el cliente y refuerzan el mensaje sin parecer repetitivo.
La repetición visual es una herramienta clave en el trade marketing para aumentar la recordación y la conversión. Sin embargo, debe aplicarse con estrategia para evitar la saturación del consumidor. Utilizando diferentes formatos, ubicaciones estratégicas y variaciones en el diseño, es posible reforzar el mensaje sin resultar invasivo.
Una campaña bien ejecutada no es la que más veces muestra el mensaje, sino la que logra que el cliente lo recuerde en el momento de la compra.