Para esta campaña estacional, el equipo de Saimaza buscaba algo más que una activación promocional: querían trasladar al punto de venta toda la energía, el color y el espíritu festivo de una feria andaluza. Y eso hicimos.
En Tromo desarrollamos un concepto visual inmersivo que convirtió el lineal completo en una caseta de feria: techos a rayas, faldones con lunares, colgantes suspendidos en altura y un universo cromático que conectaba directamente con la tradición popular andaluza. Todo sin perder de vista lo esencial: destacar el producto y mantener la navegación clara en un entorno de supermercado.
La propuesta combinó elementos estructurales llamativos con una gráfica muy cuidada, reforzando la identidad de marca de Saimaza con referencias culturales fácilmente reconocibles. Además, utilizamos materiales ligeros pero resistentes para facilitar el montaje en punto de venta sin perder impacto visual.
El resultado fue una campaña que no solo destacó en el lineal, sino que generó recuerdo, conversación y engagement con los consumidores. Un diseño pensado no solo para vender, sino para emocionar.